Categoría: This is love
Here
Encuentro
Somos piezas que encajaron perfecto.
(Such a perfect day / I’m glad I spent it with you)
Foto: Solofotones
Piezas
Quiero deshacer cada una de tus piezas, estudiarlas una a una, mapearte por completo.
Quiero abarcarte, investigarte, bucearte.
Quiero sumergirme, empaparme, quiero envolverme una y otra vez en tu delicado esplendor.
Nada es tan fascinante como desmenuzarte.
Foto: woodleywonderworks
Almohadas
Dormiremos en almohadas nuevas: nos verán dibujar el presente, arrasados y completos de una sensación olvidada. Nos verán descubrirnos capa a capa, sumergirnos de lleno en el incomparable torbellino de mutua curiosidad. Amaneceremos deshaciendo las memorias que nos condicionan, que nos atan aunque sea un poco a lo que fue. Nos encontrarán juntos de todas las maneras en las que se puede estar junto a un otro, despojados de barreras, vulnerables, desbordados de estas ganas de arrojarnos a lo que nace.
Soñaremos retazos que no vamos a recordar: estar despiertos es mucho mejor.
Foto: [ piXo ]
Despertar
Poco cuesta acostumbrarse a ciertas presencias luminosas que todo lo transforman y resignifican las cosas más sencillas y profundas de la vida.
Lo único constante es el cambio.
Foto: Wicked Game…!
Inundación
Una tormenta a las 4 am, la ventana de la habitación que recorta un pedazo perfecto de cielo, su cuerpo enredado con el mío, testigos gozosos del espectáculo que tanto habíamos deseado. Buenos Aires se sumerge, y yo también. Ella en un torrente de agua que viene a aplacar un poco el calor sofocante de la noche; yo en este lazo íntimo y particular que se empezó a tejer entre nosotros hace un tiempo atrás.
Real*
¿Esto es real? Casi no quiero abrir los ojos para que no se desvanezca, para que no se disuelva frente a mí. Y aún así, hay cosas que en su maravillosa fugacidad dejan una huella que desconoce de tiempos y de duraciones.
El universo al que tanto le pregunto responde con asombrosa mediación. Abro los brazos y el alma, agradecida, y con una olvidada sensación de paz que me inunda sin ahogarme.
Extraños días se suceden, y no los quiero dejar ir.
Foto: Unlimited
Incapaces
De entender las mutuas necesidades. De escucharnos. De aceptar el destiempo que nos marca de manera histórica. De tratar de ocupar por un rato el lugar del otro. De pensarnos de otro modo, de reformularnos. De no sucumbir a ese hambre recíproca que nos consume. De aceptar que no se puede ahora. De soportar el silencio sanador. De cuidar lo que fuimos y lo que seremos. De sacudirnos del pasado, de movernos, de avanzar a otra cosa.
Incapaces de dejarnos ir.
Foto: Plasticinaa
Autoafirmación
Borges decía que la lucha es siempre contra uno mismo.
Saber qué lugar ocupás, saber cuánto valés, saber qué querés, saber lo que no te sirve, entender que hay que dejar ir, terminar, moverse para adelante.
Todo eso ocurre simplemente al decir no.
Una pequeña, poderosa palabra que me es esquiva.
Era menester comenzar alguna vez.
Foto: Nathan Gibbs
#BFAL vol1
Alguien escribió AMOR con aerosol rojo y letras así mayúsculas justo al lado de la senda peatonal por la que cruzo la calle todos los días de mi vida. Justo lo que necesitaba: un recordatorio bien gráfico de esa pieza de mi universo que hace demasiado tiempo que no encaja y menos ahora cuando lo que quiera que pasaba entre nosotros definitivamente se acabó.
Era azul la luz que entraba por la ventana, como estar sumergidos en un ambiente acuoso donde nuestros movimientos -desnudos y enredados uno en el otro en la cama de sabanas livianitas- eran como en cámara lenta. Pequeñas porciones fotográficas: el lóbulo redondo y gordo de su oreja justo antes de besarlo, su boca trompuda incluso cuando duerme, sus largas pestañas oscuras señalando el horizonte, el pelo desprolijo revuelto, la respiración serena apenas interrumpida por sus ronquidos que acallo sacudiéndolo con suavidad, su brazo rodeándome fuerte como si yo tuviera la más mínima intención de escapar. Ejercicio de placer particular recorrer con la nariz el costado de su cuello y su nuca, descubrir la leve variación de su olor que podría distinguir con los ojos cerrados entre cientos de otros hombres. Hay días en los que ya no hay diferencias entre el sueño y la conciencia cuando despertamos entre besos que derivan en un encuentro físico que es seguramente una de las mejores maneras de salir de la vigilia.