2012

… y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde…
Jack Kerouac, En el camino, 1957.

Mientras él prepara una chocotorta para los amigos que recibiremos esta noche de Año Nuevo, y mi familia implota por el peso de sus propias decisiones, y yo tomo distancia y respiro, la casa, esta casa que compartimos hace casi un año, se llena de música y alegría por la primera Nochevieja que albergará.

Hemos dado tantos pasos este año, este 2012 que se desintegra ante mis ojos, hemos cambiado, mejorado y hemos sido los mismos también.

Porque así lo deseé y así lo construí: termino este año un poco más completa, un poco más en paz dominando viejos demonios, despidiéndolos para siempre en las últimas 24 horas del año.

Mientras que muchos se deshacen en ironías sobre que el año nuevo no cambia nada y todo permanece igual, yo sólo puedo compartir lo que pienso: que si cambiás vos, cambia todo. Y yo cambié en 2012.

2013: te espero con brazos abiertos y la renovada convicción de que es menester merecer cada año que nos es dado, entregarse entero a la búsqueda de lo que deseemos y que esto es estar vivo. Esta interminable maraña de cosas que ocurren, de días que pasan y te queman, te arrasan o te elevan. Este permanecer, este pertenecer a la gente que se elige, esa concatenación de elecciones que construyen nuestro universo a diario. Nunca fue ni será distinto.

Hoy tengo ganas de celebrar y agradecer: no tengo duda alguna de que estoy donde yo me traje.

Feliz Año Nuevo para todos!

Un Comentario

Deja un comentario