La banda de sonido de mi vida vol2

Escribiendo esta serie de posts recordé 1) Que lo primero que más me gusta sobre la música es escuchar música 2) Lo segundo, compartir música 3) Lo tercero, escribir sobre música. Y mi brevísima carrera como periodista de rock dice presente y me devuelve de cabeza a los albores del nuevo siglo. Y entonces todo este asunto de repasar los temas y las bandas que me acompañaron a lo largo de mi vida (*) cobra cada vez más sentido, no sólo como un gran ejercicio para el punto 2), sino especialmente porque es una especie de viaje en el tiempo que me ayuda a armar los rompecabezas de una vida que pasa muy rápido y de la cual no quiero dejar nada sin narrar. Ojalá disfruten del viaje tanto como yo.

#18  Right here right now, Jesus Jones. «El mundo como lo conocíamos se terminó hoy» me dijo mi viejo mientras mirábamos la caída del Muro de Berlín en vivo y en directo por televisión allá por 1989. Yo tenía 11 años y me esforzaba por entender cómo era posible que una ciudad hubiera sido partida al medio por un muro de concreto durante 28 años. Supongo que algo parecido debe haber sentido Mike Edwars, frontman de Jesus Jones, mientras se inspiraba en ese hecho cúlmine de la historia del siglo XX para escribir el más grande hit que la banda habría de alumbrar en toda su carrera, que se editó en septiembre del ’90 y que yo escuché por primera vez en la radio en algún momento de 1991. Ese fue un año imposible de olvidar: empecé la secundaria y por primera vez luego de 18 años, mis viejos pudieron entrar legalmente a Chile con el fin de la dictadura de Pinochet que los expulsó de su tierra en 1973. 1991 fue sin dudas un año de comienzos, y tiene un lugar de privilegio en mi educación musical. Jesus Jones llamó mi atención por el ritmo pegadizo, los sonidos electrónico/bailables, y fue uno de mis primeros acercamientos al sonido brit que tantas cosas buenas habría de depararnos en años futuros. One hit wonder pero de los buenos.

#20 Long distance call, Phoenix. Durante unos cuantos años sostuve una no-relación basada en formas electrónicas de comunicación: el msn era el lugar de encuentro, diálogo, desencuentros y reproches; los encuentros tete a tete, escasos e intensos. Lo que hoy me parece una locura absoluta en ese momento parecía lógico y viable; aunque, por supuesto, no resultó. No sólo esa persona me hizo conocer Phoenix, sino que la línea «I’m far gone but your long distance call and your capital letters keep me asking for more» me recuerda con violencia la imposilidad de salir de ese loop enfermo. Esta canción completamente naive tiene ante mis ojos una carga oscura y nada linda. Otra demostración de que en un punto todas las canciones hablan sobre vos.

#34 Stormy Weather (Keeps Rainin’ All The Time), Etta James. No fue hace pocos meses que escuché por primera vez esta canción triste bellamente cantada por este monstruo del blues, el R&B, soul, jazz, gospel y rock llamado Jamesetta Hawkins aka Etta James. ¿Qué decir sobre esta mujer que le canta a su amor perdido, y para quien la lluvia cae de manera continua como un recordatorio de lo que ya no está, incapaz de seguir adelante con su vida, rezándole a su dios para poder recuperarse de su dolor, poniéndole lo mejor de su voz y toda su humanidad a cada palabra? ¿Quién no ha ido por la vida con una pequeña nube tormentosa sobre la cabeza, rumiando por aquel a quien ama y no está? Esta oda a la decepción amorosa, a esa sensación ominosa de que nunca vamos a superarlo y que ese dolor nos acompañara para siempre, ilustra perfectamente lo que sentí cada vez que quise a alguien y no fui correspondida. Desde Ella Fitzgerald, pasando por Lena Horne en una puesta en escena muy dramática en la película homónima, la inigualable Billie Holiday, el enorme Frank Sinatra, una oscura Joni Mitchell, la maravillosa Ethel Waters (cuya versión fue incluida en Grammy Hall of Fame en 2003), la siempre intensa Judy Garland y hasta una dulce versión local en la voz de la hermosa Loli Molina, miles de artistas han grabado esta canción que es un estándar de jazz y forma parte del llamado «Great American Songbook». Escuchala en «repeat» eterno la próxima vez que te rompan el corazón. Hasta que un día no duela más 🙂

#1 Sprawl II (Mountains Beyond Mountains), Arcade Fire. No tengo un gran apego por las bandas modernas y, en general, todo lo que vino después del 2000 no me parece gran cosa. Sin embargo, siempre hay excepciones, dado que algunos músicos bien podrían sobrevivir lo que yo llamo «el mileno insulso». Arcade Fire es una de esas bandas a las que nunca les presté mucha atención (más allá de decir «Uh qué bueno el video geopersonalizado y el desarrollo en HTML5» y blah). Hasta que un día, vaya a saber uno por qué, esta canción me tocó. Supongo que muchos de nosotros, como Win y Regina, nos preguntamos  a veces qué estamos haciendo en esta selva de cemento y shoppings donde casi no podemos mirar las estrellas, donde las luces todo lo devoran y donde la vida tranquila de antaño ha desaparecido en el medio de esta vorágine salvaje que bien puede consumirte si no encontrás tus momentos para tomar aire y pararte cinco minutos a pensar, sacándote el piloto automático. Y escuchar esas ideas plasmadas en esta canción me produce placer, como una sensación de escape, como un cierto atisbo de esperanza… que se esfuma apenas salgo a la calle. Interesante cómo en su búsqueda musical estos multiinstrumentistas americo-candienses además la rompen con experimentos como el video interactivo zarpado de esta canción.

#21 These days, Nico. Años antes de enamorarme definitivamente de la Velvet Underground, el mix entre el cine y la música volvió a cruzarse en mi camino para acercarme un poco a ellos, con una de las escenas románticas mejor musicalizada jamás. ¿La peli? Los excéntricos Tenenbaums. ¿Los actores? Gwyneth Paltrow y Luke Wilson. ¿La escena? By the way of the green line bus, una mezcla perfecta entre la letra, la trama y la voz profunda, levemente desafinada de ese personaje tan 60s que fue Nico: una supermodelo alemana, apañada por Andy Warhol quien la «encajó» en la Velvet Underground, pero que además tuvo una carrera solista que nos legó joyas como esta canción melancólica y hermosa en la que pide, como todos nosotros, «por favor no me enfrentes a mis fracasos, no los he olvidado aún».  Prohibido escucharla en domingo bajonero.

#6 Next time around, Little Joy. ¿Qué pasa cuando mezclás a un afamado guitarrista brasileño, al más neoyorquino de los bateristas italo-brasileños de la escena de los 2000s y a una multi-instumentista californiana? Es probable que se forme una banda hermosa, etérea, fresca y fácil de escuchar que te hace sentir en casa: eso es Little Joy para mí. Este fabuloso trío, que sólo editó un álbum homónimo en 2008, cuenta en sus filas a Rodrigo Amarante, guitarrista y cantante de Los Hermanos; a Fabrizio Moretti, el baterista de Los Strokes; y a Binki Shaphiro, una diosa que canta hermoso y toca múltiples instrumentos y que fue musa de Beck. Juntos hacen una música deliciosa, apta para cualquier momento del día, que llegó a mí en la época en la que el siempre inquieto @sapochat curaba y compartía con nosotros mixtapes on line de música de aquí, de allá y de todas partes con su fabuloso proyecto Busnois. Para relajarte y gozar.

#56 Personal Jesus, Depeche Mode. Corre 1990, tengo 12 años y voy a mi primer baile fuera de la casa de algún compañero. Una parroquia del barrio organizaba una especie de feria con baile, para recaudar fondos, y por un milagro incomprensible dada la natural tendencia castradora de mi señora madre, mis padres me autorizan a asistir. No sólo fue la noche en la que le di mi primer beso al hermano de un compañero de la primaria que ya iba a primer año, sino que por primera vez escuché esta canción y la bailé en trance, seducida por su ritmo cabalgante y la voz profunda y jadeante de David Gahan que prometía cosas prohibidas y oscuras que no llegaba a comprender. Meses después, Violator se convirtió en el primer cassette que tuve en toda mi vida, que atesoro hasta el día de hoy como un recuerdo de esa sensación extraordinaria de descubrir qué cosas son las que te gustan y te van a gustar toda la vida.

Continuará… 

(*) Sobre el método de selección de los 10 temas para cada post: pongo la playlist en random y los 10 primeros que suenen vienen a parar al post 😉

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