#MeCagoEnTodos

No es sólo un hashtag. Es una declaración de principios, un visión de la vida, un compromiso sostenido con la indiferencia total hacia el resto de los mortales con los que comparten la ciudad. #MeCagoEnTodos es la quintaesencia del garca, del pésimamente ponderado «porteño vivo», una expresión muy bien lograda de los miserables cívicos con los que nos toca convivir en la hermosa Buenos Aires.

Pocas cosas me despiertan tanta indignación como ser testigo de forma cotidiana de aquellos que abrazan el #MeCagoEnTodos como forma de vida. Hace varios meses, en mi condición de peatón que casi no viaja en auto ni en transporte público porque trabajo cerca de casa, esta escena se repite una y otra vez, sin parar como un Día de la Marmota infinito que insunfla mis aires de justiciera que dudo me abandonen alguna vez: autos estacionados impúdicamente sobre sendas peatonales y tapando por completo las rampas de las esquinas, autos estacionados en ochavas, autos estacionados donde se les canta el upite, como si luego de #lapocalipsis Buenos Aires hubiera o hubiese quedado desierta y estos incivilizados que manejan autos pudieran disponer del espacio público como si no existiera nadie más.

Estoy HARTA de esta gente. Estoy harta estos analfabetos cívicos que se cagan olímpicamente en las más básicas normas de convivencia.  Porque de eso se trata, ¿no?, de que tu vida en esta ciudad se encuadre en el marco de las reglas que hemos construido como sociedad y que señalan que algunas cosas no están bien simplemente porque violentan los derechos y posibilidades de otros. Estos parias cívicos desconocen que esos lugares que ocupan como si fueran dueños de la calle, están pensados en general para personas con necesidades particulares: usuarios de sillas de ruedas, personas con movilidad reducida que usan bastón, madres con carritos de bebés. Todos estos ciudadanos tiene que hacer malabares para cruzar la calle (los he visto) cada vez que uno de los militantes del #MeCagoEnTodos aplica su doctrina irracional.

¿Qué puedo hacer yo, entonces, más allá de compartir mi hartazgo? Sí, la tentación de rayar capots, hacer lluvia de líquido de frenos y otras maniobras destructivas seguramente será lo primero que venga a tu cabeza, estimado lector indignado. Pero creo firmemente en que jamás hay que convertirse en aquello contra lo cual se lucha. Así que al incivilizado, civilización.

  1. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene una página llamada «Participación Ciudadana para denunciar mal estacionamiento», en la que mediante este formulario se puede hacer la denuncia online. Aclaro de movida que es infinita la cantidad de carajos que me importa que alguien piense «eh qué buche, te pusiste la gorra, te pintó el azul». Me parece muy importante anticipar lo siguiente: la denuncia no es anónima. Tenés que dejar tus datos (DNI, dirección y teléfono) porque si no te gusta lo que ves y querés cambiarlo, involucrarte es la única manera. Y en este caso, hacerte cargo de la denuncia que hacés es la manera de involucrarte de verdad. El formulario te permite subir hasta cuatro fotos que ilustren la infracción, y te pide detalles como tipo de infracción, fecha, hora, calle, intersección y barrio. Entiendo que ya está en proceso una app del Gobierno de la Ciudad para esta iniciativa, y sería además muy valioso que mientras tanto reconstruyan este formulario haciéndolo responsive para poder implementar el proceso desde el celular directamente. Celebro esta iniciativa; hice una denuncia hace un par de semanas y dos más luego de este rant. Deseo fervientemente que me llamen y saber que los infractores recibieron su castigo. No me queda claro cuál es el proceso, no recibís un email luego de cargar la denuncia ni la página lo explica con claridad (¿Me van a llamar? ¿Me van a avisar si el infractor recibe una multa? ¿Van a citarme a declarar, ponele?) Pero quiero creer que si el GCBA pone esto a disposición de los ciudadanos, habrá un seguimiento. Y un mensaje para los infractores a los que denuncié: los espero en Segurola y La Habana si les molesta que los haya denunciado 🙂
  2. Si el punto anterior no te convence, acá tenés otro: desde hace ocho años la ONG Acceso ya tiene esta iniciativa llamada «Yo tapé una rampa» que consiste básicamente pegar un sticker con ese mensaje en todo vehículo que haya tomado por asalto una rampa. Te podés descargar las calcos acá, imprimirlas y llevarlas en la cartera de la dama, el bolsillo del caballero y la mochila del nerd listas para ser utilizadas cuando te cruces por el camino a un militonto del #MeCagoEnTodos.
  3. Si Twitter es tu weapon of choice, podés sumarte a la genial iniciativa #EstacionaloDondeQuieras de @guidens: una denuncia social mediante un tweet que tenga la foto del estacionamiento delirante más el hashtag. Mirá acá las útimas «adquisiciones».

Tres formas de involucrarte con distinto impacto, creo que todas valiosas para desterrar en algún lejano día a la especie de los #MeCagoEnTodos o al menos para generarles un poco (poquito) de vergüenza.

Antes de cerrar, un capítulo de #IdeasGratis (concepto que le robé a @conz): pienso que sería genial que el Gobierno de la Ciudad implemente lo que me parece una forma realmente revolucionaria de educar al ciudadano y recaudar fondos para acción social: un cuerpo de denunciadores homologados quienes, munidos de celulares o tablets, caminen la ciudad capturando estas infracciones y hagan luego el trámite online. Los fondos recaudados por las fuertes multas a los infractores podrían destinarse a comedores infantiles de la Ciudad. Habiendo tanto estudiante universitario con necesidad de ganarse un mango y tantas personas aún no jubiladas pero que ya fueron expulsadas del mercado laboral por su edad (como mi viejo), se me ocurre que conseguir mano de obra para una iniciativa de esta naturaleza no sería muy complejo. Es un win-win que transforma toda la mierda de los convencidos del #MeCagoEnTodos, en algo realmente útil para el colectivo social. Por supuesto que no entiendo nada de políticas públicas y soy un poco naif, por lo cual aunque esta idea sea inviable me parece que un poco de innovación en la manera de encarar los problemas cotidianos nunca está de más.

«Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad», escribió Rodolfo Walsh.

Luchar todos los días contra el #MeCagoEnTodos me hace sentir eso. Y ojalá que a otros también.

 

 

Un Comentario

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  2. Enzo Fernando Costa

    ¡Bravo, Clau! Tu aporte informativo me ha resultado muy útil, ya que si bien había leído al pasar sobre la iniciativa del GCABA al respecto, en el momento en que necesité hacer uso del recurso no encontraba la fuente original. Como siempre, la polución visual en las páginas oficiales es tanta, que nunca se encuentra rápido lo que se busca: de ahí la importancia de los repetidores de información puntual, como tu post en tu página.
    Seguí firme en tu proyecto de luchar contra ese cáncer de nuestra sociedad que es el «mecagoenelotro»; yo también, desde mi limitado terreno específico, también trato de hacer lo posible para tratar de erradicarlo. Saludos.

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