Hace poco menos de dos meses atrás comencé una prueba de resistencia y compromiso conmigo. Hace poco más de dos meses tomé una decisión que me liberaría del yugo de mi cuerpo y que empezaría a borrar el malestar de un organismo que venía pasando factura luego de años de abusos e inacción. Hace dos meses atrás #novio y yo empezamos a correr al menos tres veces a la semana.

Hace 8 semanas atrás yo era una morsa, y #novio no se quedaba atrás. En mi caso, no sólo por cargar casi 12 kilos de peso extra a mi peso habitual, sino porque mi semana incluía horas sumergida en el sillón del living, leyendo cosas en la computadora, escribiendo, mirando series o haciendo zapping luego de 10 horas de trabajo encerrada en una oficina a la luz de la pantalla de una laptop. Con 35 años recientemente cumplidos, una de las cosas que el paso del tiempo me ha enseñado es que, más temprano que tarde, tu cuerpo empieza a desconocerte y vos empezás a desconocerlo a él. Las cosas cuestan más y dormir poco, excederte con la comida o la bebida, pasar horas sentado en posiciones nocivas o tener menos movimiento que un caracol rengo te pasan factura como años anteriores no te ocurría. Y llega un momento en el que ya no podés seguir postergando lo impostergable. Un espíritu joven habita sin excepciones en un cuerpo al que los años le pasan igual.

Y como los gimnasios son lugares que huelen mal, pasan música espantosa a volúmenes tóxicos, reproducen con un aura de coolness el entorno artificial de una fábrica de ejercicio y porque, en definitiva, ya pasamos demasiadas horas de nuestras vidas encerrados en un mismo lugar, dar los primeros pasos en el hábito de correr al aire libre era la mejor opción para una puesta a punto física que nos permitiera llegar a un mínimo de fortaleza y resistencia para pensar luego en hacer otro deporte.

La tecnología se hizo presente para asistirnos en la misión. El 50% del éxito se lo debemos a la app del bien conocido programa de entrenamiento From Couch to 5K («Del sillón a los 5 kilómetros» o C25k, disponible para Android y para iPhone). Este programa consiste en un plan de 8 semanas, a razón de tres sesiones semanales de 30 minutos cada una, alternando entre caminar y correr por períodos cortos de tiempo -especialmente durante las semanas iniciales-, con 5 minutos de calentamiento al comienzo y 5 de cooldown al final de cada entrenamiento. La app te guía en ese proceso mediante alarmas que te indican cuándo correr, cuando caminar y cuándo estás cerca de terminar la sesión. Es fundamental además para llevar registro de en qué semana de entrenamiento estás y cuál es el cronograma que deberás seguir en cada día determinado. El objetivo es llegar correr 5 kilómetros al término de las 8 semanas. 

No es que la app de C25K reemplace ese motor vital llamado voluntad. Simplemente cambió el enfoque con el que encaramos la actividad física, y que fue clave para el resultado: no salimos desaforados a correr como Forest Gump, a quedarnos sin aire y a lidiar con un inesperado dolor al costado del cuerpo porque nos exigimos demasiado -el camino seguro a abandonar al segundo intento. Sino que encontramos un apoyo realista respecto a nuestras posibilidades físicas que no hizo sino impulsarnos a seguir por el puro gusto de saber que, de hecho, nos bancamos las sesiones sin morirnos extenuados ni terminar pidiendo un pulmotor. El otro 50% del éxito radica en haber emprendido este proyecto de a dos, y no dejarnos comer por la fiaca, apoyados en la presencia del otro.

Nunca en mi vida pensé que correr podía darme tanto placer y bienestar. No esperaba este deleite en el esfuerzo, este rush de energía que siento cada vez que termino una sesión, bañada de sudor de pies a cabeza y con ganas de tomarme un estanque de agua mineral helada. Bajé 5 kilos en dos meses y me siento infinitamente mejor que cuando empezamos, más activa, con mucha más energía a diario, me contracturo menos, estoy de mejor humor, duermo infinitamente más y mejor que antes, termino cada sesión con la cabeza fresca y el alma contenta. No voy a mentir: hay días en los que nos costó muchísimo terminar el entrenamiento, algunas semanas se hicieron más largas que otras porque nuestras ocupaciones no nos dieron espacio para implementar las 3 sesiones en un período de 7 días, y muchas veces me cuesta mucho levantarme al día siguiente de haber corrido. Pero atesoramos anécdotas geniales -como correr por la rambla de Montevideo en una pendiente pronunciada y sentirnos cerca de la muerte, o una maravillosa sesión corriendo al costado del mar, en pleno atardecer- y estoy completa de una sensación de satisfacción que sólo me hace querer ir por más. Pude cancelar la vieja deuda pendiente de incorporar el ejercicio físico en mi rutina semanal.

Ayer, cuando la app dijo «Your training is complete», improvisé un bailecito de la victoria Rocky-style porque #novio y yo alcanzamos la meta de correr 30 minutos ininterrumpidos (equivalentes a los 5 kilómetros, dependiendo de la velocidad) y lo que para algunos puede sonar como una nimiedad significa para mí haberme sobrepuesto a un cuerpo que ya me pesaba demasiado (literal), y que vivía acosado por dolores de espalda, cansancio, falta de energía y desgano generalizado. Significa que he tomado en mis manos la responsabilidad absoluta de sentirme mejor ahora que la medicina me ha dado todo lo que tenía que darme.

Sí se puede. Sí es posible liberarse de la cárcel del sedentarismo, del sillón, la compu y la fiaca y transformar tu vida en un lugar mejor: #novio y yo lo hicimos y estamos aquí para contárselo a todo el mundo. ¡Empezá a moverte hoy mismo!

Comparto como anexo a este post 10 tips para tener una buena experiencia, con el asesoramiento en algunos de ellos de mi hermana Nati que es profesora de educación física y personal trainner.

1. No empieces ningún tipo de actividad física sin hacerte los estudios correspondientes con un médico que te firme el apto médico.
2. Invertí en un buen par de zapatillas. Por $500 yo compré estas muy lindas de Adidas, especiales para running, en Sportcenter (estas no son menciones pagas, BTW).
3. Enlongar, enlongar, enlogar:  antes y después de cada sesión, músculos y articulaciones.
4. Hidratate bien antes y después de correr.
5. La respiración es absolutamente fundamental. Repirá profundo llenando toda tu capacidad pulmonar, inspirando por la nariz y exhalando rápido por la boca. ¡Concentrate en tu respiración en cada paso!
6. Hablando de pasos: al correr, pisar primero con el talón y luego apoyar el resto del pie hasta la punta. Es fundamental ser consciente de las pisadas y corregir cualquier mala práctica.
7. La vestimenta ideal es estilo «capas de cebolla», sobre todo si entrás en calor rápido y sentir mucho calor. Apenas terminás de correr deberías abrigarte. Cabeza abrigada es un must ahora que empieza el frío, se pierde mucho calor por ahí.
8. Ojo con la música si corrés en la calle o por la bicisenda. Usá algo reflectante o luminoso sobre todo si llevas ropa oscura.
9. Si tenés poca voluntad o carecés de ella por completo, tratá de empezar el entrenamiento con alguien que te ayude a no colgar en momentos de flaqueza.
10. Must have: una fundita para llevar el teléfono que se pegue alrededor del brazo. En Deal Extreme hay para casi cualquier modelo de celular por pocos pesos. En general tienen lugar para guardar una llave, alguna que otra tarjeta o credencial (la de la obra social, por ejemplo) y uno que otro billete (por las dudas).

Bonus track: ayuda mucho hacer un recorrido al que ya le tenés calculada la duración. Te permite saber cuánto te falta para terminar y, en consecuencia, te da fuerza mental para no claudicar!